El mes pasado, como tantas otras veces, me encontraba en la Feria del Tejido de París. Y entre tanto madrugón, carrera, pases y desfiles, hubo un momento que me quedé parado, como en una burbuja, y pude ver como todo
¡Las bodas ya no son lo que eran! Y es que hace 20 años nadie pensaría en invitaciones virtuales o en celebrar el evento en una fábrica en desuso. Ahora los enlaces, verdaderas fiestas por todo lo alto, están en